Capítulo 4 - La casa sucia
Implementar en lo inmediato el SNA, el reto
En febrero de 2018, les comenté a los directores de Auditoría Forense que debíamos estar listos para dejar todo en orden, pues se vislumbraba que colocarían al auditor a modo y conocíamos la historia que le precedía; era tanto el trabajo desempeñado por años, documentando actos de corrupción con visos de protección y encubrimiento, que invariablemente sentían impotencia y frustración ante la posibilidad de que ocurriera.
Cuando me enteré de que iban a nombrarlo intempestivamente con la finalidad de tomar el control de la institución me entrevisté con Olga Sánchez Cordero, quien sería nombrada secretaria de Gobernación. En algún momento ella había hecho una declaración relacionada con la fiscalización, que era inexacta, y quise saludarla y exponerle las funciones y facultades de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), y ponerla al tanto de lo que estaba ocurriendo al interior del proceso, lo que había sucedido con la exigencia de los diputados priistas y los resultados publicados derivados de las auditorías forenses. No fui a pedirle nada.
Me recibió en su oficina y le externé que sería gravísimo que se apoyara a quien, por sus antecedentes y vínculos con el grupo en el poder, intentaría encubrir la red de corrupción y echar abajo las denuncias presentadas. Me dijo que eso jamás lo iban a permitir y que estarían muy atentos al asunto, una cuestión de importancia con la política nacional. Me agradeció la visita y me manifestó, sin yo pedírselo, que velaría por la permanencia del equipo auditor forense porque los resultados eran muy trascendentes y teníamos que seguir en la ASF.
Su papel político era importante para el futuro de la fiscalización superior en un momento en que la institución se encontraba en alto riesgo de ser cooptada, dado el conjunto de sucesos que acontecían. Posteriormente, cuando inició la irrupción brutal en contra de la institución intenté buscarla de nuevo. No volví a saber de ella. Lo entendí al poco tiempo, cuando David Colmenares Páramo presentó un libro junto con la hija de ella, la magistrada Paula García Villegas Sánchez Cordero. Esa pandilla empezaba a tejer vínculos. Prebendas baratas a cambio de silencio cómplice. La realidad es que hacen pactos eternos de impunidad y es una de las razones por las que nos tocó enfrentar una brutal violencia estructural y política en una asimetría en desventaja con el poder de las instituciones que los protegieron.
Consulta la evidencia documental
Habían iniciado una campaña de agresiones, difamación y persecución política en mi contra, al tiempo que allanaban las oficinas para saquear información, evidencia y expedientes que ahí se resguardaban, acciones ilegales que por supuesto urgían la intervención inmediata de quienes se arrobaron la propiedad de la institución.
Fuente: El Economista | 3 de agosto de 2018
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